Unos días antes de irme de vacaciones y con motivo de mi alta organicé una comida con unas cuantas amigas del mundo muñequil. La idea era dar una sorpresa a otra de ellas, a la que apenas vemos desde que se embarcó en la aventura de remontar su negocio, el restaurante en el que habíamos quedado. Fue muy divertido porque la engañé reservando para ir a comer con mi familia y me presenté antes de hora con una amiga a la que ninguna de las demás esperaban. Así dí la primera sorpresa del dia y luego, cuando llegaron las restantes volví a disfrutar de sus caras de sorpresa. Qué decir del rato que pasamos? Pues que siempre se hace corto y que acaba con promesa de más y de que sea pronto. Las fotos son la prueba viviente de nuestro disfrute.
Con Lidia (Imanara) y Mercedes (Merchi, merchis)
Con Lidia (Imanara) y Mercedes (Merchi, merchis)